Extracto del libro Somos jóvenes, por José Ramón Pardo
«No es ninguna exageración decir que el Dúo Dinámico marcó las directrices de lo que luego hemos conocido como pop español.»
«Desde el comienzo quiero dejar clara una cosa: mi admiración, a lo largo de los años, por Manuel de la Calva y Ramón Arcusa. O sea, el Dúo Dinámico. Muchas veces se encuestan las preferencias del público, los discos estelares de la historia de la canción pop en España. Y nadie, nadie, con más méritos que el Dúo para figurar en el primer puesto de esos estudios.
Primero, porque empezaron cuando a nadie se le había pasado por la cabeza hacer otra música que no fuera la copla, la ranchera, el bolero o la balada italianizante. Después, porque marcaron la senda a todos los que hicieron música pop en la década de los sesenta… y en las posteriores.
Cuando Manolo y Ramón empezaron a cantar, nunca supusieron que alguna vez lo harían profesionalmente y que medio siglo más tarde estarían aún sobre los escenarios y rodeados del respeto, el fervor y la pasión popular. Porque ni existía la profesión de cantante pop ni la experiencia nos decía si aquello que ellos empezaban a hacer iba a interesar a nadie. Recuerdo con nitidez la primera vez que escuché al Dúo Dinámico. No fue en directo –ellos cantaban en Barcelona y yo vivía en Madrid– ni en un disco, todavía un lujo minoritario. Fue en la radio, ese aparato mágico que a los españoles de los últimos cincuenta nos abría una ventana al mundo. La canción, imposible olvidarla, fue «Recordándote». La conocía en las voces del quinteto argentino de Estela Raval, Los 5 Latinos, y pensaba que era imposible cantarla sin tantos elementos. Y descubrí que no, cuando quienes la abordaban eran los Dynamic Boys, el primer nombre del Dúo Dinámico.
PRIMERO: VERSIONES
Cuando se contempla o se estudia el panorama de la música pop española desde sus comienzos, el primer gran hito es precisamente el debut discográfico del Dúo Dinámico. Si miramos hacia atrás, no había nada que se pareciera a la música que ahora escuchamos y admiramos. Si lo hacemos hacia adelante, vemos que gran parte de los pasos que ha dado nuestra música joven parte de ideas, de planteamientos, que aportaron esos dos jóvenes amigos barceloneses que, aficionados al jazz, decidieron un día empezar a cantar profesionalmente la música que comenzaba a sonar en el mundo. En sus primeras grabaciones optaron por traducir a nuestro idioma canciones ajenas. Que nadie se avergüence. Los primeros discos de los Beatles, o de los Rolling Stones, eran versiones de éxitos que habían creado otros artistas.
Comencemos con su historia: el 28 de diciembre de 1958 se presentaba por primera vez en público una pareja de delineantes con aspiraciones artísticas llamados Manolo y Ramón. En la plaza del Sol, del barcelonés barrio de Gracia, comenzó una de las carreras más amplias, completas y longevas de la música pop española. Jóvenes, divertidos, Manolo y Ramón escuchaban a los solistas y los grupos que estaban conformando en Inglaterra y Estados Unidos lo que sería la música pop, y se dieron cuenta de que había un hueco en el panorama nacional para ellos. Comenzaron a realizar actuaciones con el nombre de The Dynamic Boys, pero, en su primera actuación en la radio, el presentador Enrique Fernández decidió que había que «nacionalizar» el término y así nació El Dúo Dinámico.
EL MEDIO DE COMUNICACIÓN EN LOS AÑOS 50: LA RADIO
La radio fue la mejor ayuda para que el Dúo Dinámico se diera a conocer, sobre todo de la mano de profesionales del micrófono de la valía de Luis Arribas Castro, Federico Gallo, Joaquín Soler Serrano, José Luis Barcelona o José Luis Pecker y Raúl Matas. Fueron los primeros que apoyaron al prometedor dúo y avivaron el fuego de las nacientes hornadas de fans –las primeras– divididas entre dinámicas y seguidoras del crooner José Guardiola. Sus primeros discos datan de 1959, y se puede decir que están entre los artistas pioneros en tener clubs de fans, en rodar películas, –«Botón de ancla», «Búsqueme a esa chica»–, etc. Comenzaron con un repertorio hecho de versiones de Everly Brothers, Ricky Nelson o Neil Sedaka, pero su gran calidad como compositores muy pronto desbancó su faceta versionadora.
LA ÉPOCA DORADA
La época dorada del Dúo Dinámico se extiende de 1960 a 1966, cuando fueron el grupo más importante del naciente pop español, con canciones ancladas en la memoria colectiva de todos: «Quince años tiene mi amor», «Quisiera ser», «Perdóname», «Poesía en movimiento», «Como ayer», etc. En 1967 cambian de compañía y graban un álbum bajo el nombre de Manolo y Ramón.
Envueltos en la vorágine del triunfo de su «La, la, la» en Eurovisión, graban en Londres en 1970 una producción internacional de auténtico lujo que no tiene el éxito esperado. Entonces empezaba a estar de moda la canción protesta y el llamado rock progresivo, por lo que Manolo y Ramón, pragmáticos, deciden en 1972 retirarse como dúo, para convertirse en directores artísticos de dos de los principales sellos españoles, Columbia y EMI. Se despidieron en el programa Estudio Abierto que dirigía José María Iñigo.
Ambos tienen éxitos señalados en su nueva ocupación. Manolo controla la carrera de Julio Iglesias y José Vélez, entre otros, y Ramón, las de Rosa León, Los Chunguitos, Ángela Carrasco o Manolo Otero. Ambos siguen componiendo juntos para artistas como Nino Bravo y Camilo Sesto, y en 1978 le dan a Julio Iglesias uno de sus mayores éxitos: «Soy un truhan, soy un señor». Los acontecimientos se precipitan. Antonio Asensio, el dueño del grupo Zeta, les ofrece volver a cantar para la presentación, en Barcelona y Madrid, de su nuevo diario, El Periódico. Lo dudan mucho, pero al final aceptan y, en vista de la acogida del público, se lanzan a la carretera y el siguiente verano realizan noventa galas en tres meses. Su primer sello discográfico aprovecha para editar un álbum titulado 20 Éxitos de oro del que se venden más de un millón de ejemplares.
Después Ramón Arcusa se convierte en el productor de referencia de la carrera de Julio Iglesias, viviendo a caballo entre España y Miami, aunque ambos siguen escribiendo para otros, como José Feliciano, nuevas canciones. Mientras, Manuel de la Calva se consagra como uno de los productores españoles de mayor tirón comercial y artístico. Dieciséis años más tarde, en 1986, cuando nadie lo espera, regresan de la mano de CBS con un disco, Tú vacilándome, que no deja de sonar en las radios, que les devuelve a los platós de televisión y que supone el definitivo reencuentro del Dúo Dinámico con su público, ya que desde entonces no han dejado de compaginar sus ocupaciones como creadores con su trabajo como artistas sobre el escenario.
Un año después, también con CBS, editan su álbum En forma, que contiene otra de las canciones claves de su carrera. Es «Resistiré», que podría parecer la autoafirmación de un dúo con más de 27 años a sus espaldas. Pero es mucho más. Se convierte en todo un himno para el público en general y en una de esas canciones míticas cuando Pedro Almodóvar la utiliza en su película Átame. Ya no era nostalgia, sino pura actualidad. Llegan muchos más triunfos. Incluso un musical titulado Quisiera ser, inspirado en las canciones de Manolo y Ramón, que cosecha llenos diarios en un teatro de Madrid durante nueve meses.
Desde aquel año de su regreso hasta hoy, sus giras han sido continuas. También las nuevas grabaciones, porque añadieron a sus éxitos de los sesenta, otros siete discos grandes, ya en formato CD. Sus conciertos se cuentan por llenos y parece innecesario decir que a ellos acuden por igual las veteranas huestes dinámicas y las nuevas generaciones que se saben también, –¡milagro de la calidad!– las canciones que triunfaron casi treinta años antes de que ellos nacieran.
En los años sesenta cada disco del Dúo Dinámico era un éxito seguro. Consiguieron 17 números uno. Llegaron a vender más de un millón de postales con sus fotos, que se podían adquirir en todos los kioscos de España. Tuvieron su propia serie de cómics, donde guionistas y dibujantes ponían caras al argumento de sus canciones. Y, cuando el pop español empezó a crecer, gracias al impulso de las canciones del Dúo, tuvieron una apasionada rivalidad con artistas que competían con ellos en el favor de las fans. Legendarios fueron los enfrentamientos –tan solo musicales– entre las dinámicas y las raphaelistas, que llenaron una década.
No es ninguna exageración decir que el Dúo Dinámico marcó las directrices de lo que luego hemos conocido como pop español.
Fueron los primeros en traducir los éxitos de fuera y no limitarse a repetir textos en inglés, que sus seguidores no entendíamos, y los primeros en cantar sus propias canciones. Los primeros en exigir que sus discos llevaran portadas en color diseñadas y realizadas por ellos mismos. En realizar giras rodeados de músicos profesionales y sistemas de luces y sonido hasta entonces inusuales en nuestra industria. Los primeros, asimismo, en dirigir sus propias grabaciones, convirtiéndose en los primeros productores musicales de España. Y los primeros en crear armonías vocales, acompañamientos propios, experimentar con ritmos que no eran usuales en el rock sencillo del 4 por 4 y los tres acordes.
Basta con escuchar sus primeras canciones y comprobar la vigencia que tienen medio siglo después. A lo mejor sus fans no tienen ya quince años. Pero cuando los escuchan, vuelven a sentirse como entonces: ¡Somos jóvenes! Como ayer».